No hay cosa que despierte mayor temor en mí que la idea de una aguja entrando en mi cuerpo. Es mi fobia, y se adueño de mi desde la infancia.
Ello hacía que los ultimos meses fueran terriblemente angustiosos para mi, especialmente los ultimos dos, en los que despertaba gritando varias veces durante las madrugadas, imaginandome una aguja aproximarse.
Se aproximaba la fecha de la cirujía, pero un día antes debían hacer una "toma de muestras" para "el cruce de sangre".
Cayó en domingo, y debí ir en ayunas, a entregar mi ultima muestra de sangre. Fueron varios piquetes (más de los que pense que podía soportar), en ambos brazos, antebrazos y manos, y no pudieron sacarme casi nada sino apenas 1.5cm en el último intento. Las venas "escondidas" eran testimonio de mi angustia.
Enfermeras y Doctores no pudieron contra mi miedo, y continuaban disculpandose, uno tras otro, por bailar tantas agujas debajo de mi piel en busca de alguna vena.
Salí de ahí con mareos. Camine hacia mi vehiculo que parecía alejarse de mi a cada paso que yo diera. El sudor era helado, y el estómago sugería que queria avergonzarme frente a tantas personas.
La noche anterior no habia dormido, primero por las agitaciones causadas por mis miedos, y despues por ese "amigo" que llegó a mi casa de madrugada, con dos copas de más, y muchas lágrimas por desahogar. Se fué pasadas las 5 de la mañana.
A las 7:00 AM me subí al vehiculo y grabé algunos videos desde mi nextel. Maneje, no sin antes ser traicionado por los nervios, hasta aquel banco de sangre; pasé despues todo aquello ya narrado, y conduje de nuevo a casa.
Manejaba con solo un pensamiento; ¡Jamas me habia pesado tanto la soledad!